martes, 18 de agosto de 2009

El peral



Descripción del Peral:

- Familia: Rosáceas (Rosaceae).

- Origen: El origen de los perales cultivados en Europa se remonta a tiempos muy remotos, probablemente entre 1.000 y 2.000 años a.C. Es nativa de las regiones de Europa oriental y de Asia occidental.

- Especie: Pyrus communis L.

- Árbol piramidal, redondeado en su juventud, luego oval, que llega hasta 20 metros de altura y por término medio vive 65 años.

Tronco alto, grueso, de corteza agrietada, gris, de la cual se destacan con frecuencia placas lenticulares.

Las ramas se insertan formando ángulo agudo con el tronco (45º), de corteza lisa, primero verde y luego gris-violácea, con numerosas lenticelas.

- Hojas: ovales, finamente dentadas o enteras, coriáceas, glabras o rara vez tomentosas, algo lustrosas por el haz, con pecíolo de igual longitud que la lámina o más corto; al principio son algo pelosas, pero terminan por hacerse lampiñas y tienen el margen crenado-serrado o casi entero.

- Flores: tienen largos cabillos y forman corimbos umbeliformes en la terminación de las ramillas; son de buen tamaño, con ovario ínfero y de color blanco o blanco-rosado; el cáliz está formado por 5 sépalos lanceolados, estrechados en punta; los pétalos miden generalmente 12-15 mm y son obovados y libres.

- Fruto: en pomo, estrechado en la base; ésta puede ser redondeada o atenuada y prolongada en el pedúnculo.

2. Clima y suelo para cultivar peras:

Prospera bien en climas templados y algo húmedos, siendo más resistente al frío que al calor. Los veranos extremados desecan los frutos y les impiden crecer.

Aunque el clima más adecuado se caracteriza por inviernos con suficiente frío invernal, pocas heladas tardías y primaveras y veranos soleados con temperaturas no muy elevadas, aunque la gama varietal existente permite su cultivo en climas diversos dentro de la zona templada.

Durante la floración le perjudican los rocíos, las nieblas, la humedad y las heladas tardías. En las comarcas calurosas únicamente darán buenos resultados las variedades de verano.

No hay que olvidar el necesario reposo invernal del árbol y las exigencias muy distintas de éste respecto a las diversas variedades.

Florece a 7ºC y resiste temperaturas de -18ºC a -20ºC y hasta -40ºC en pleno reposo invernal. Prefiere las situaciones aireadas de las grandes llanuras.

Los perales requieren cerca de 900 a 1000 horas de frío, por debajo de 7.2ºC durante el invierno para salir de su reposo.

Es un frutal exigente en suelo.

Sólo prospera bien en las tierras limosas y silíceo-arcillosas, sanas y permeables.

Requiere suelos homogéneos y profundos, ni muy secos ni demasiado húmedos.

Le perjudica la humedad estancada en el terreno.

En suelos arenosos puede aguantar un exceso de humedad en invierno, a condición de poder evacuar este exceso con rapidez.

Los suelos demasiado secos en verano no le permiten desarrollarse normalmente, formándose unas masas esclerosas en la pulpa del fruto.

Los suelos idóneos para plantar peral sobre membrillero son aquellos cuyo pH está entre 6.5 y 7.5, cal activa menor del 7%, fértiles, con profundidad mínima de 50 cm y sin salinidad. Si se planta con patrón franco, el pH puede alcanzar el 8.2-8.3 y la cal activa el 11-12%.

Riego:

La mayoría de las plantaciones de perales están en regadío, ya sea a manta o por riego localizado.

El peral necesita para su buen desarrollo y producción una cantidad de 700 a 800 mm de agua, especialmente sin déficit en los meses de verano, previos a la recolección, suministrados por la lluvia o por riego.

El peral puede adaptarse a todo tipo de formas, pero las más adecuadas son: pirámide, huso, cordón vertical, cordón horizontal simple, palmeta simple y palmeta doble.

En las localidades de clima caluroso se recomiendan las formas libres y si están demasiado sometidas al viento, las pirámides y los husos.

Del mismo modo se prefieren las formas libres en los terrenos muy ricos y profundos.

Sin embargo, en climas húmedos, expuestos a las heladas tardías primaverales y las tempranas otoñales, convienen las formas apoyadas, y si el terreno es poco fértil y superficial, también convienen en general las formas pequeñas.

imagen: yun photos

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