miércoles, 25 de marzo de 2009

Alegra tu jardín con tulipanes



El tulipán es una planta originaria de Turquía, de carácter bulboso que florece en primavera. Es especialmente apreciada por la belleza de su flor y la variedad de sus colores, por eso es muy útil para la ornamentación de jardines de todo tipo.

La planta alcanza una altura de entre treinta y sesenta centímetros, aunque hasta la primavera, su tallo, hojas y flores se encuentran encerradas de forma comprimida dentro del bulbo. Por su parte, las hojas poseen un color verde grisáceo y una forma lanceolada.

La flor

El tulipán florece, aproximadamente, a los ciento veinte días de haber sido plantado y conserva su belleza y buen aspecto durante veinte días. Después, la flor se marchita y, en ese momento, es necesario proceder a cortar el tallo principal, en el que se encuentra y dejar que se seque el resto de la planta. Posteriormente, hay que extraer el bulbo de la tierra y dejarlo secar para, después, introducirlo en un recipiente que contenga arena seca, con el ápice colocado hacia arriba en un lugar fresco y oscuro. Así, en la siguiente época de plantación este bulbo se podrá reutilizar.

La parte más llamativa del tulipán es su flor, especialmente apreciada por la gran cantidad de colores en que existe. También hay especies bicolores que proporcionan una gran alegría al jardín. Esta flor está compuesta por seis pétalos acuminados, es decir, cerrados en forma de corazón invertido, y de seis estambres. Además, es posible cortarla con el fin de insertarla en ramos o jarrones, ya que confieren belleza y colorido en cualquier lugar de la casa. La gran mayoría de estas plantas son de flor simple y orientadas hacia arriba.

El tulipán en el jardín

La principal finalidad del tulipán en el jardín es ornamental, ya que se puede ubicar en infinidad de lugares. Así, proporcionan gran belleza al pie de los árboles, en macetas, en macizos o canteros. Sus hojas también son ornamentales ya que poseen un color verde grisáceo y una forma lanceolada. Al contrario de lo que se suele pensar, el tulipán es una planta bastante resistente, aunque siempre se desarrolla mejor en suelos bien drenados, por lo que hay que evitar situarlos en lugares que se encharquen con facilidad.

Plantación

Los bulbos deben ser plantados con el ápice hacia arriba a una profundidad de entre 8 y 10 centímetros. Asimismo, conviene vigilar que exista una separación de al menos 10 centímetros entre los distintos bulbos. Lo óptimo es plantarlos en el mes de septiembre, para que hayan desarrollado sus raíces cuando llegue el frío del invierno y sean capaces de soportarlo.

No obstante, en el caso de que la plantación se realice en maceta, es posible hacerlo incluso en diciembre, siempre y cuando se sitúen en un lugar protegido del excesivo frío.

También, es necesario sacar la planta al exterior en el momento en que asome el tallo, para que reciba la luz solar.

Cuidados básicos

Lo primero que hay que vigilar es que el suelo en que se plante el tulipán tenga un buen drenaje para que no se encharque y dañe la salud de la planta. Además, conviene utilizar una mezcla de arena de río, mantillo y sustrato. En lo que al riego se refiere, es necesario que la tierra se encuentre siempre húmeda, por lo que hay que suministrar agua de forma regular. Sin embargo, no se hace necesario pulverizar las hojas ni las flores.

Es conveniente saber que esta planta requiere de abundante luz solar, por lo que su lugar idóneo se encuentra en un lugar iluminado del jardín. Por otro lado, es preferible regar el tulipán con un fertilizante especial para plantas con flor después de la floración para que se mantenga fuerte. Por último, hay que explicar que no es posible plantarlo en el mismo lugar dos aliños seguidos, ya que agotan las reservas del suelo.

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