miércoles, 4 de marzo de 2009

Lila, un arbusto en flor



La Lila o Syringa vulgaris es un arbusto algo vigoroso que adornará perfectamente tu jardín o terraza. Si sigues unos básicos cuidados lograrás además mantener sus flores prácticamente todo el año.

Este tipo de ejemplar da un bonito color al lugar en el que lo ubiques, se mantiene bien de una estación a otra y, aun cuando no está en flor, el color de sus hojas y sus frondosas y compactas formas lo hacen suficientemente atractivo. Su corteza es de color pardo grisácea y sus ramas son lisas. Tiene hojas opuestas, simples, ovales, pecioladas, de entre 8 y 10 cm. de longitud y acorazonadas.

Cuidar su forma
Aunque es un ejemplar sencillo de cuidar y de mantener has de tener precaución con la forma según su crecimiento. Lo habitual es que al principio crezca erecto, pero con el paso del tiempo tenderá a ensancharse invadiendo todo el espacio que hay a su alrededor.

Es importante que lo mantengas lo más recto posible, para ello si es necesario ponle unas guías que hagan que no ensanche en exceso. Estos ejemplares facilitan su cultivo y cuidado debido a que admiten bastante bien el trasplante con cepellón, evitando así que se dañen sus raíces.

Mantener su flor
Normalmente este tipo de arbusto florece desde finales de la primavera hasta verano, destacando el intenso olor de sus flores.

Si lo mantienes sin mucha agua, eliminas los tallos viejos y largos y cuando es joven realizas ligeras podas, conseguirás que sus flores duren largas temporadas.

El color de sus flores va desde el rosa pasando por el lila y llegando incluso a un blanco purísimo. Desprende además un fuerte y característico perfume.

Exceptuando en el invierno, el resto del año disfrutarás del color de sus bonitas flores. Incluso en esta época si la variedad que tienes en tu jardín es la S. vulgaris aureus verás como sin tener flores sigue aportando un bonito colorido al lugar donde lo tengas ubicado.

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