lunes, 18 de mayo de 2009
ENEBRO
Repartido por casi todo el hemisferio norte, el enebro es un arbusto perennifolio de la familia de las cupresáceas, con corteza parda y lisa, que es muy utilizado como planta ornamental en jardines y parques. En el paisajismo es una especie muy versátil, que puede formar setos o incluso árboles no demasiado altos en forma de columnas, aunque también puede utilizarse como planta cubresuelos como alternativa al césped.
La investigación en botánica y jardinería ha dado lugar a innumerables variedades de enebro, que se adaptan a casi cualquier necesidad del jardinero. Aunque puede alcanzar hasta los 10 metros, en forma de árbol, lo habitual es que no pueda alzarse más de 3 m. de media. Su crecimiento es bastante lento y sostenido.
Sus hojas no son planas, sino ligeramente redondeadas y además muy ásperas, formando verticilos de tres en tres. Sus flores se agrupan en formas cónicas y brotan dos veces al año: en invierno y primavera. Las frutas, muy abundantes, tienen aspecto de baya de color violáceo.
Suelos y riego
Resistente a todo tipo de condiciones atmosféricas, es una planta muy agradecida que se adapta a cualquier tipo de suelo, aunque se desarrolla mejor en terrenos pobres, ácidos y calizos. Soportan bien la sequía y prefieren zonas soleadas, a cielo abierto, con poco volumen de vegetación a su alrededor.
Para cultivar un enebro podemos multiplicarlo mediante semillas, o bien por acodo o esqueje (para recurrir a este tipo de técnicas, hay que cultivar a principios de primavera). Las plagas más frecuentes del enebro son las cochinillas y la araña roja.
Usos
El enebro ha sido desde antaño muy útil al hombre desde distintas vertientes. Su madera se utiliza en ebanistería para muebles y objetos de decoración. Por otro lado, sus hojas sirven para elaborar tisanas con propiedades diuréticas. El alcohol que se obtiene de las bayas sirve para destilar ginebra.
Fundamentalmente se recurre a este árbol-arbusto para la jardinería ornamental, ya que admite bien la poda y se pueden realizar curiosas formas con su denso follaje. Se pueden crear siluetas y figuras cónicas que ofrecerán una distinguida elegancia al jardín. Se poda en primavera y otoño.
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