viernes, 27 de febrero de 2009

Cómo comprar un bonsái



Adquirir uno de estos bonitos árboles en miniatura es un compromiso con un ser vivo que requiere un mínimo de atención diaria (riego, estado de salud, etc.) y periódica (trasplante, poda o pinzado para mantener el estilo de modelado, etc.). No es un objeto que se coloca en un estante y, de vez en cuando, se riega o se le quita el polvo. Un bonsái no es como un ramo de flor cortada que dura un tiempo y luego se tira a la basura. Cultivarlo es algo parecido a tener una mascota y, por tanto, antes de comprar hay que reflexionar y preguntarnos cuál será nuestro grado de compromiso con él.

Es muy frecuente que la gente pregunte ¿por qué se ha muerto mi bonsái? y la respuesta suele estar relacionada con las condiciones de cultivo que se le han proporcionado, es decir, no se ha cuidado de acuerdo a las necesidades de su especie. Por ejemplo, un manzano, un pino, junípero, etc. son especies que necesitan vivir todo el año en el exterior, sin excepción, y pasar frío en invierno, sentir la lluvia, el sol, tirar la hoja si es caduco, etc. En realidad, todos los árboles requieren ser cultivados en el exterior y sólo necesitan algún cuidado especial durante el invierno, si son especies tropicales o subtropicales. A veces sucede lo contrario, especies tropicales y subtropicales como las carmonas, serisas, ficus, etc. padecen los fríos de nuestro invierno del hemisferio norte y, como no podía ser de otra forma, perecen.

Cómo cultivarlo

Una vez que estamos seguros de nuestro grado de compromiso, la segunda gran pregunta que debemos hacernos es: ¿qué condiciones ambientales puedo proporcionar a mi bonsái?

¿Tengo jardín, terraza, alféizar en una ventana... para cultivar en el exterior?
¿Sólo puedo cultivar dentro de casa?, ¿en qué lugar de casa?, ¿junto a una ventana que está orientada al norte?, ¿sur?, etc., ¿cómo es de luminosa mi casa?
¿Cómo es el clima de mi ciudad en las diferentes épocas del año?, ¿hace mucho frío en invierno?, ¿mucho calor en verano?, ¿hay mucha humedad en el aire o es muy seco?, etc.
De la respuesta a estas preguntas, dependerá la elección de la especie que elijamos comprar: tropical, subtropical, región templada, alta montaña, etc.

Dónde comprarlo

Una vez que conocemos la forma de cultivo, la duda es ¿dónde compro un bonsái? Sin duda alguna, la mejor opción de compra la encontrarás en un centro especializado, aconsejado por un profesional cualificado que cultive sus propios bonsáis, entendiendo que la mejor opción no es el precio más barato, el ejemplar más grande o el que diga que tenga mayor o menor número de años, porque todo esto es relativo y sólo tiene sentido analizado en su conjunto.

¿Por qué hay que comprar en un centro especializado?

Porque el profesional del centro conoce exactamente la situación y estado de cultivo en el que se encuentra cada uno de los árboles que hay a la venta.
Porque te pueden aconsejar dando respuesta a las condiciones de cultivo que puedes proporcionar a tu bonsái.
Porque puedes volver a preguntar, reclamar, etc. y ellos quieren que vuelvas satisfecho de tu compra, no con problemas.
Porque en el centro especializado te darán consejos exactos sobre el cultivo adecuado de cada especie.

Porque ellos te ayudarán a continuar con el modelado futuro de tu bonsái.
Porque ellos están vendiendo las especies que puedes cultivar en tu ciudad, región o país, ya que los bonsáis del vivero de bonsáis ya están adaptados a las condiciones climáticas locales debido a que llevan varios años de cultivo.
Porque ellos cuidarán de tu árbol cuando te vayas de vacaciones o estés ausente, ya que la mayoría poseen servicio de "guardería".

En un centro comercial, una tienda de regalos o un hipermercado no suelen saber en qué situación se encuentra cada árbol porque no los han cultivado personalmente y acaban de llegar en un camión a la tienda, porque no te atiende un profesional, te atiende un vendedor que no suele tener suficientes conocimientos en bonsáis o conocimientos erróneos, porque llevan varios días o semanas sin ser cuidados adecuadamente y sin casi luz suficiente, etc. De hecho, la mayoría de los árboles mueren en las estanterías de la tienda antes de ser vendidos.

En qué fijarnos

Una vez que sabes las condiciones de cultivo que puedes proporcionar a tu bonsái y que te has decidido por acudir a un centro especializado para ser atendido por un profesional con buena reputación, deberías fijarte en una serie de detalles que te ayuden con la mejor elección:

Raíces: visibles, mostrando cómo se hunden en la tierra y sujetan al árbol de una forma estable. Deben estar perfectamente colocadas alrededor del tronco, sin cruces y formando una base con un diámetro mayor que el tronco.

Tronco: con una disminución natural de su diámetro desde la base hasta el ápice, sin cortes bruscos producidos por podas drásticas o perfectamente disimulados con buenas sustituciones de ápice. Cualquier corte o herida debe tener una cicatrización natural, sin señales de colocación de alambres.

Copa: las ramas deben tener un grosor inferior al diámetro del tronco en el punto en el que nacen, con al menos tres ramas principales colocadas a la izquierda, derecha y atrás, de forma alternativa, con la primera de estas ramas siempre a la izquierda o a la derecha. La distribución de ramas debería ser alrededor del tronco y a diferentes niveles o alturas, repartidas de forma equilibrada y con una sensación natural.

Estado de salud: el vigor debe estar repartido uniformemente, sin zonas más fuertes que otras. Por supuesto, no puede mostrar síntomas de enfermedades o plagas y el color de sus hojas debe ser sano, fresco, de aspecto natural, sin hojas amarillentas, marchitas o con manchas. La tierra no debe estar compactada y nunca seca o embarrada. Comprueba que el árbol está firmemente sujeto a la maceta y/o roca, si es un estilo abrazado a roca.

Es muy probable que sea imposible encontrar el bonsái perfecto, pero con una buena base de raíces, tronco y ramas, tú mismo podrás hacer el resto con la poda, pinzado, alambrado y trasplante durante los próximos años de cultivo. Sin una buena base de partida, será imposible conseguirlo.

El precio adecuado

En comparación con las plantas en general, los bonsáis son algo más caros, pero hay que tener en cuenta la cantidad de años que han sido cultivados. Por ejemplo, un ejemplar de 10 años habrá sido trasplantado no menos de 6 ó 7 veces, regado y abonado en muchísimas ocasiones, año tras año; alambrado, etc. En cambio, en general, una planta de una floristería o unas simples flores sólo necesitan unas pocas semanas de cultivo intensivo en un invernadero para ser vendidas.

Con los consejos que te hemos dado para valorar un bonsái, podrás guiarte por el sentido común e incluso comparar con lo que te venden en otros lugares y decidir si la relación calidad/precio de lo que te ofrecen justifica el importe. Lo más importante es que estés satisfecho con la elección y puedas conseguir modelar el mejor de los bonsáis y disfrutar de él durante los próximos años. Incluso, por qué no, acudir con él a exposiciones e incluso ganar premios.

Cinco cosas que nunca debes hacer

No adquieras un bonsái si piensas que es una planta normal y corriente. Reflexiona sobre tu grado de compromiso y condiciones de cultivo que podrás proporcionarle.

No lo compres en cualquier sitio, sólo por el precio o por los años que dice la etiqueta que tiene. Intenta visitar un centro especializado con profesionales de reputación.

No compres si no te saben responder a tus dudas y preguntas de forma satisfactoria. Pregunta por sus cuidados, historia (último trasplante, origen, etc.)

Nunca te lleves un bonsái con la tierra seca, con mal aspecto en las hojas o enfermo, que no esté firmemente sujeto a la maceta o le falte tierra.
No compres especies que no sabes cultivar o de las que no te has informado previamente. Adquiere sólo las que estén adaptadas a tu ciudad, región o país. Las autóctonas suelen ser la mejor elección.

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