viernes, 6 de febrero de 2009

LA LAVANDA, ARBUSTO AROMATIZANTE



Planta con aroma relajante

Muchas veces hemos oído hablar de la esencia de lavanda, de los inciensos que dan aroma a nuestro hogar con esta fragancia relajante. Pero aparte de estos usos tan conocidos tiene muchos más y no sólo en el ámbito de la belleza, sino también en el campo de las propiedades medicinales. En tiempos remotos fue utilizada como hierba relajante en los baños y su aceite para purificar la piel.

Antiguamente, las mujeres que estaban en el momento del parto pensaban que si agarraban con fuerza una rama de lavanda, el nacimiento del bebé sería el adecuado y éste saldría del vientre de su madre sano y lleno de vida. Otro de sus usos más tradicionales era cuando sus hojas se metían en una bolsa que se colocaba debajo de la almohada y se decía que esto ayudaba a conciliar el sueño, sobre todo era un gran remedio para la gente que sufría de insomnio.

Cuidados de este arbusto aromático

La lavanda es una planta aromática que suele encontrarse en el exterior de nuestros hogares. No requiere unos cuidados muy excesivos, ya que ésta crece de manera casi espontánea. Pero si quieres evitar que se seque esta planta, es conveniente que tenga un sustrato que drene correctamente. Para ello necesitas una mezcla de arena de río y tierra.

Por otra parte, es una especie que no sobrevive si está encharcada y es necesario que esté expuesta al sol unas cuantas horas para que sus flores hagan su aparición y den una tonalidad al jardín diferente.

Por ello es importante situarla en una zona donde pueda obtener todo lo necesario para desarrollarse de manera saludable para poder aportarnos ese característico aroma a lavanda.

La poda de este arbusto se suele realizar cuando ha finalizado el proceso de floración, de forma que se sustraen las hojas y partes marchitas de la planta para evitar que ésta pueda sufrir algún tipo de plaga que la dañe. Para que el crecimiento de la lavanda sea el correcto, se suele plantar en una maceta de gran tamaño para que su raíz pueda crecer sin obstáculos.

Propiedades curativas de la lavanda

El aceite de lavanda extraído de la destilación de la flores, se utiliza para disminuir los dolores lumbares, que tan incómodos son cuando debemos hacer un sobreesfuerzo. Otro uso que nos puede ayudar en nuestra vida cotidiana es cuando tenemos los pies en tensión, sobre todo cuando caminamos mucho. Aplicamos el aceite en un recipiente grande y lo mezclamos con agua caliente, proporcionará una sensación relajante y curativa.

Es muy normal en los niños y en personas mayores que constantemente tengan heridas y cortes por caídas, la lavanda ayuda a desinfectar, disminuir el escozor y cicatrizar la misma para que no se vuelva abrir y pueda provocar una nueva infección.

El aceite de este arbusto mezclado con el de oliva, ayuda a relajar la zona del cuero cabelludo, activando la circulación sanguínea de esta zona tan delicada, por lo que puede ayudar a las personas que sufran alopecia.

Además, la lavanda tiene propiedades curativas que ayudan a asentar el estómago, eliminado cualquier tipo de dolor que se produzca en esta zona. También es muy útil en caso de digestiones pesadas que se producen por falta de segregaciones. Cuando realizamos viajes largos, muchas veces sentimos miedo y ansiedad a la hora de realizarlos, por lo que esta planta aromática es muy buena para disminuir los mareos y poder así disfrutar del viaje, sin estar incómodo.

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